La Dicha Celestial en la Tierra
  Intro
 

PAZ  GOZO  ARTE 
                




Bienvenido, para promover una distinciíon entre lo superficial y lo profundo qué tal esto: Comer, dormir, producir son necesidades para no-morir. Para saborear la vida, la satisfacción de aquellas necesidades no basta y es que vivir es distinto de no-morir. Para vivir sólo una cosa es necesaria: la cosa del espíritu; cuya manifestación es patente en:

  • Aquello que encontramos en la convivencia profunda del encuentro de libertades o un encuentro liberador;
  • Aquello que saboreamos en la manifestación artística y lúdica de nuestro ser en lo que hagamos y al realizar nuestro deber porque queremos y llenando de arte eterno cuanta vanidad se encuentre;
  • Aquello que nos llama y entusiasma en nuestro interior para orientar nuestro camino, ya sea por la renovación propiciada por el intelecto o por una experiencia de misericordia amorosa o gratuita;
  • Aquello renovación que experimentamos al comunicar o recibir comunicación de la verdad de nuestro ser: nuestra gran dignidad y valor incorruptible.


Y es que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. La verdad es que amamos la vida y lo manifestamos al tener como principios la creatividad, la colaboración orgánica, la inclusión, la superación de nuestras ideas en pro de la vida de la comunidad, en pro del bien común. ¡Unámonos hoy a la fiesta del espíritu, realizando arte eterno al revelar la dicha celestial en la tierra!


Cuando rasgamos el exterior, la vida es manifiestada por la sangre; cuando rasgamos el interior, la vida de la vida es manifestada por la luz de la Verdad, que nos conduce por Amor a la inserción en la Vida. Cuando incursionamos en la mentira, la verdad viene a nuestro encuentro. Cuando incursionamos en la guerra, la paz viene a nuestro encuentro. Cuando incursionamos en la muerte, la vida viene a nuestro encuentro. Y es que no es posible la perdición absoluta gracias a la misericordia de Dios, el cual no quiere la muerte del pecador sino que cambie de conducta y viva. Que el hombre viva es una fiel manifestación de la gloria de Dios. La acción de Dios en nuestra vida se recibe conforme se aprovecha y conforme se requiere. El andar en el camino de la verdad y de la vida es el fruto de ese encuentro vivificante con Dios, al cual no se le extravía ni una sola oveja. Que Dios promueva en nosotros el sanar nuestra ceguera para encontrar dentro lo que con tanto afán o desaliento podamos estar buscando fuera; pues la Verdad habita en el interior del hombre.


La vida involucra renovación constante, movimiento y apertura al riesgo. Es importante considerar que lo que no se renueva, perece. La vuelta a las fuentes de nuestro ser es algo que ejemplifica el contemplar a la base de nuestra procedencia biológica: a papá, a mamá y a un bebé.

  • UN BEBÉ, propongo, es alguien que se alegra profundamente de ver a otro ser humano, de danzar con la naturaleza, de juguetear dentro de la alegría común.
  • UNA MADRE, propongo, es alguien que ha experimentado una liga profunda y una común unión con su hijo; alguien que llena de vida el lugar y el tiempo que ocupa, motivando la alegría y la manifestación artística de los que ama.

  • UN PADRE, propongo, es alguien que encabeza el liderato guiado por la verdad, que lejos de premiar o castigar da a su hijo cuanto le es provechoso para su desarrollo; alguien que muestra el verdadero modo de manifestar cuanto deseo surge en el hijo, sin represión sino con conducción responsable y seria; alguien que ayuda al hijo a discernir en su interior y a ver que la plenitud humana se manifiesta en lograr jugar como niños bajo la seria conducción de los criterios adultos. Para un padre, el peso final en todo juicio son los aciertos y no las fallas.


La plenitud de nuestra biología debe de estar en el ejercicio de la paternidad-maternidad, esa debe ser la madurez de la conducción de nuestra líbido, eso debe expandir plenamente nuestra conciencia, eso nos involucra plenamente en la vida. La paternidad-maternidad se ejerce no de modo exclusivo en lo biológico sino al tratar a alguien como a un ser muy querido: como un hij@.

  • Que le demos más peso a la vida que a la no muerte, pues por amor se hacen cosas que la razón puede no entender;
  • Que le demos más peso a la vida que a una idea pues por sabiduría se distingue cuando evitar la perfección;
  • Que le demos más peso a la vida que a lo estático del no riesgo pues una buena solución hoy es mejor que una perfecta mañana;
  • Que le demos más peso a la vida que a la exclusividad no-enriquecedora y no-fortalecedora pues al abrirnos a lo extraordinario experimentamos la superación de nuestro ser, la cual nos hace sentir profundamente vivos.
  • Que obremos con amor, haciendo lo que podemos y pidiendo para poder más; entonces Dios pondrá lo que falte y llevara a plenitud nuestras buenas intenciones.


En Cristo somos un sólo cuerpo, somos valiosos integrantes de la familia humana y dignos ciudadanos celestes. Eficientemos la economía de nuestros recursos esforzándonos por la curación de la miseria humana y no el vanidoso alivio que sólo esquiva el problema. Por ello, si hay un problema con alguien, antes de hacer fiesta, reparemos el daño en lo posible y razonable, entonces la fiesta será un auténtico encuentro de libertades en donde la alegría es profunda y radiante. El alivio comúnmente es complice de la no-curación; el alivio es caduco, sobre todo en la adversidad, mientras que la curación perdura en ella y no solo en la prosperidad.

  • Que no pase la vida junto a nosotros mientras andamos entretenidos en otra cosa, como sufrir.
  • Que no pase la verdad frente a nosotros mientras andamos entretenidos como engañadores engañados.
  • Que no pase el amor dentro de nosotros sin lograr comunicarse fuera.
  • Que nuestra esperanza no nos deje esperando sino que no pase la oportunidad de saborear intensamente el presente, pues la dicha celestial ya está en la tierra y ella está para ser aprovechada por quien quiera.
  • Que encontremos lo provechoso de cuanto acontezca, pues Dios camina en esta historia con nosotros y su poder consiste en infundir una semilla de salvación, de aprovechamiento para el desarrollo integral, en cuanto sucede al respetar la capacidad de decisión humana, las consecuencias históricas y los movimientos naturales. 





REGLA de Vida para los servidores de la Verdad y de la Vida en la familia humana.

  • Ama y haz lo que quieras, que de esa raiz sólo brota el bien.
  • El Amor es la medida de todo y la medida del amor es el amor sin medida.
  • Oh Señor tu eres más interior que mi intimidad.
  • La Verdad habita en el interior del hombre.
  • La virtud en esta vida consiste en hacer buen uso de los bienes y buen uso de los males y en referirlo todo al sumo bien al que aspiramos.
  • Si quieres conocer a alguien pregúntale qué ama, pues el amor identifica al amante con lo amado.
  • Para madurar alguien nos tuvo que haber tolerado, es pues un deber y una cooperación vital el tolerar para el desarrollo de nuestros semejantes.
  • Aunque nos baste el testimonio de nuestra conciencia es, por caridad fraterna, oportuno que nuestra fama corresponda al testimonio de nuestra conciencia.
  • La libertad no consiste en hacer lo que quieras sino en cumplir con el deber porque quieres. No como siervo bajo la ley sino como persona libre bajo la gracia.
  • No está bien lo que haces si no lo haces libremente, aunque lo que hagas sea bueno.
  • Dios no pide imposibles, por tanto haz lo que puedes y si ya no puedes, pídele a Dios, para que puedas.
  • Señor envía lo que pides y pide lo que quieras.
  • Señor, tú nos hiciste para tí y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en tí.

  • "He aquí la bienaventuranza final, he aquí la perfección suprema que no se extinguirá jamás. Aquí abajo nos llamamos, en realidad, felices cuando disfrutamos de paz, esa paz recortada que es posible encontrar en una vida honrada. Pero si comparamos tal felicidad con la bienaventuranza que llamamos final, se queda en una mera desventura. Cuando nosotros, hombres mortales, disfrutamos de esa paz que es posible encontrar aquí, si nuestra vida es ordenada, la virtud se sirve rectamente de sus bienes. Y cuando esta paz nos falta, también la virtud sabe usar para bien incluso los males que el hombre arrastra. Pero solamente existe verdadera virtud cuando, junto con todos los bienes de que ella hace recto uso y los actos realizados en el recto uso de bienes y males, sabe referirse a sí misma hacia aquel fin donde disfrutaremos de una tal paz, que mejor y más profunda no será posible." (Agustín, La ciudad de Dios, XIX, 10)

  • "Si ambos vemos que es verdad lo que tú dices y lo que yo digo, ¿en dónde lo vemos? Por supuesto que ni yo lo veo en ti ni tú en mí, sino que ambos lo vemos en la misma inconmutable Verdad que está por encima de nuestra inteligencias" (Confesiones 12, 35)
  • "Mi amor es mi peso, el me lleva a donde soy llevado" (Conf. 13,10)
  • "Me limito a estimular hacia Ti los afectos amorosos tanto míos como de mis lectores"            (Conf. 10,1)
  • "En ocasiones me introduces en un sentimiento muy fuera de lo ordinario , dentro de mí mismo y me arrastras a una dulzura que no sé definir, pero que si llega a alcanzar en mí su plenitud, no sé que cosa será, pero no será esta vida." (Conf. 10, 65)
  • "¿Dónde te encontré para conocerte sino en Ti sobre mí?" (Conf. 10, 37)
  • "La felicidad consiste en esto: gozar de Ti, para Ti y por Ti" (Conf. 10, 32)
  • "Dudaba entre morir a la muerte y vivir a la vida" (Conf. 8,25)
  • "Aquello (posible) que no pueden, no lo quieren con la fuerza necesaria para poderlo"          (Conf. 10, 33)
  • "Nadie pudo o podrá jamás pensar algo que sea mejor Tú, que eres el bien sumo y perfecto" (Conf. 7, 6)
  • "En una visión relámpago, que me estremeció, llegué hasta el Ser mismo" (Conf. 7, 23)
  • La verdadera libertad no consiste en hacer lo que nos da la gana, sino en hacer lo que tenemos que hacer porque nos da la gana (Sermón 344, 4).
  • El que no puedas hacer todo lo que quieres no es razón para que dejes de hacer todo lo que puedes (Carta 166,1).
  • Un hombre bueno es libre incluso cuando es esclavo. Un hombre malo es esclavo incluso cuando es rey. No sirve a otros hombres, pero sirve a sus caprichos. Tiene tantos señores como vicios (La Ciudad de Dios 4,3).
 
 
 
   
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis